Faro antiniebla

¿Cuál es el papel de su faro antiniebla?

El papel de los faros antiniebla consiste en aumentar la iluminación de corto alcance de la parte delantera de su vehículo en casos de inclemencias meteorológicas. Estas luces no son obligatorias y su uso está exclusivamente autorizado en caso de bruma, niebla o de precipitaciones abundantes en forma de lluvia o de nieve. Sus bombillas halógenas mejoran también su visibilidad ante el resto de los usuarios. A menudo se montan por separado, si bien existen algunos modelos que las llevan integradas en el conjunto de la óptica de los faros principales. Es muy importante cuidar de que estén correctamente ajustadas. Un haz orientado demasiado hacia arriba se reflejará, de manera inevitable, sobre las gotitas que forman la niebla, provocando un fenómeno de autodeslumbramiento.

¿Cuando cambiar el faro antiniebla?

Los signos y las alertas que deberán obligar a la sustitución de un faro antiniebla son los mismos que los del resto de los elementos del equipo de señalización y de iluminación de su vehículo: cristal agrietado o roto, o cualquier deterioro que se observe tras un golpe, restos de humedad (vapor o goteo) en el interior de la óptica, o presencia de un conector fundido (la luz no funciona incluso tras cambiar la bombilla).

¿Por qué cambiar el faro antiniebla?

Un faro antiniebla deteriorado puede dejar de funcionar de manera inesperada, en un momento crítico en el que usted lo necesite más que nunca. Este fallo, cuando está usted habituado a una calidad de iluminación óptima en situaciones de inclemencias meteorológicas, compromete su seguridad. Por otro lado, las infiltraciones de agua que podrían producirse por un mal estado de la óptica pueden provocar un cortocircuito que podría perjudicar a la totalidad de su equipo de iluminación.